Referirnos a esos 3 temas, constituye un enfrentamiento directo con un sector que se hacen llamar comunicadores y otro periodistas, debido al riesgo que constituye hacerles un llamado a la formación, a muchos de estos, que llevan información a una sociedad por demás necesitada de formación integral y que ha perdido el interes por los valores. Este punto de vista corresponde a varios hechos que en definitiva muchos ven, pero también callan, y al callar se hacen cómplices del mal uso que se le está dando al lenguaje de forma oral y escrita a través de la radio, la televisión y el ciberespacio en las diferentes herramientas de social media.
Increíblemente vemos "haser, aser, acer, asel, hacel", por usar la palabra HACER, en muchos escritos, de aquellos "comunicadores y periodistas", realmente no basta con ir a las aulas, "el hecho de, no implica que" dice una cita por ahí, eso en el caso de los que llegan a ellas, y que muchos de aquellos simplemente se "enganchan" por el boom de la libertad de expresión, toman una cámara, o una grabadora, o simplemente crean un blog, web, una cuenta de Facebook, o de Twitter y empiezan hablar y escribir sin muchas veces siquiera conocer el origen de las palabras, al igual que la mala pronunciación, casos como, la utilización de la L por la R, y otras palabras. Dar la entonación correcta a una frase u oración, es un factor muy importante para la interpretación de un mensaje.
Actualmente existen múltiples herramientas en la red, que se utilizan para corregir textos, e incluso escuchar la fonética de las palabras, pues resulta absurdo la publicación de contenidos, sin previa revisión.
El acceso al conocimiento es cada día más fácil, la tecnología da la oportunidad a muchos para que se capaciten, a través de libros, diccionarios y diversos documentos gratuitos a los que se puede tener acceso, lo que permite un mejor uso del lenguaje.
Concluyo exhortando a que estos se detengan un instante a evaluar lo que escriben, consultarlo en los diccionarios, utilizar adecuadamente los sinónimos y antónimos, pues hasta observando se nota cuando una palabra está mal escrita.
No se puede seguir pensando con faltas ortográficas. BASTA YA!
